A Leo Prieto le encanta decir que teletrabaja desde zonas rurales de Chile y que puede hacerlo sin que se caiga su señal de internet. El emprendedor tecnológico serial, hoy creador de Lemu, el primer atlas de la biósfera, mueve cientos de miles de datos todo el día y tiene que estar conectado con su equipo de trabajo de varios países del mundo.
En 2020 dejó Santiago para radicarse en Frutillar, en la Región de Los Lagos, lugar que funciona como su centro de operaciones. “Busqué primero dónde había disponibilidad de fibra óptica y después, dónde vivir. Antes de instalarme ya tenía internet habilitado”, dice. Sin embargo, también se mueve hacia su casa de descanso en Panguipulli, donde apenas le llegaba una baja señal 3G de celular y necesitaba conexión para trabajar. ¿Qué hizo? Compró una antena/módem de exterior Wifi 4G Huawei B2368-57 por $170.000 en Mercado Libre y la instalóél mismo en el techo de su casa. Al kit se le inserta una tarjeta SIM de una compañía de telefonía celular –de cualquiera porque la antena viene liberada– y un cable ethernet se conecta a un router que entrega Wifi. Todo está incluido en este set. En su caso, usa un chip prepago Entel porque era la compañía que tenía la antena más cercana a su casa. “Investigué, internet satelital era mucho más caro e impagable, desde $200.000 al mes. Había servicios más baratos, pero súper limitados, ves una película en Netflix y te quedaste sin cupo. Y para aumentar de cupo hay que volver a pagar $200.000 para ver una segunda película. Había una opción de poner antenas repetidoras que apuntaran hacia mi casa, pero era impagable. Lo que compré no era barato, pero después sólo había que pagar un plan de celular normal.
Le costó $170.000 y tiene un plan de datos con la compañía telefónica con la repetidora más cercana a su casa de descanso.
-¿Se instala fácil la antena?
-Sí, tiene que estar en una zona despejada y más alta, pero no en un poste gigantesco. Yo la puse en el techo, en un lado con menos árboles y obstrucción posibles de la señal. Si quieres ser más sofisticado, puedes bajar apps como Open Signal, que te muestra dónde están las antenas más cercanas a tu casa y de qué compañía son. En mi caso, era de Entel, pero si la antena más cercana hubiese sido de WOM, compro el chip ahí. Instalé el chip en la antena 4G y ahora nos conectamos todos. En una zona que apenas podíamos mandar un mail, ahora estamos varias haciendo videoconferencias y viendo películas en Netflix al mismo tiempo.
-¿Se ha quedado sin saldo alguna vez?
-Sí, pero vas y lo rellenas. Como tengo prepago, pago cuando lo uso solamente. Cuando le estamos dando harto uso, cuando nos quedamos un mes en la casa, gastamos entre $35.000 y $45.000. Es barato y muy bueno. Pero puedes tener un plan también y pagar menos. Y no requiere de ninguna mantención especial, imagínate que está en la región más lluviosa de Chile y no le pasa nada.
Starlink reservado
En Frutillar, donde tiene su casa permanente, es distinto, tiene conexión vía fibra óptica de 700 megabytes por $30.000 mensuales. Dice que ni en Santiago tenía una conexión tan buena. Puede abrir y bajar archivos como si estuviera copiando documentos desde un disco duro local. “Es como trabajar al lado del servidor. Tiene una latencia súper baja de menos de tres milisegundos y ya tener menos de 20 milisegundos es un sueño. Cuando estás constantemente interactuando con servidores, escribiendo códigos, cada acción que haces es un mensaje de ida y vuelta, entonces si la latencia es muy alta, por mucho que tengas un buen ancho de banda se va a sentir lento igual”, cuenta. Prieto ya reservó el kit de internet satelital de Elon Musk, Starlink, que promete una conexión más potente y de alta velocidad en todo el mundo gracias a una red masiva de satélites. En Chile está pendiente la autorización de Subtel para operar. “Promete una latencia de menos de 30 milisegundo y un ancho de banda de hasta un gigabyte, que nadie lo ha logrado todavía. Me parece interesante explorarlo porque obviamente la fibra óptica va a demorar en llegar a todas partes del país y puede ser una solución para familias, escuelas u hospitales que están desconectados”, señala. El kit cuesta US$499 (unos $355.000) y el pago mensual es de US$99 (cerca de $70.000). “Es un precio elevado, pero tienes que comparar el precio por giga. Starlink me costaría el doble de lo que pago por la antena de Huawei, pero me daría cinco veces el ancho de banda. Es decir, cinco veces más rápido por el doble de precio. Ahí uno tiene que ver si se justifica”, dice. Sin embargo, tiene sentimientos encontrados por contratar un producto que llena el cielo de satélites. “Si fueran uno o dos, sería distinto, pero ensuciar nuestros cielos me preocupa, aunque Musk dice que su tecnología no va a afectar los telescopios ni la visión del cielo, pero me tocó ver este verano en Panguipulli un tren de satélites de Starlink y parecían en trineo de Santa Claus. Fue terrorífico en ese momento”, dice.
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